LUJOS EN PAÍSES PRIVILEGIADOS: salir a comer todos los días a restaurantes buenos, no tener que mirar los precios cuando compras, comes o cenas..., no tener que coger transporte público y poder moverte siempre en taxi, tener un apartamento en cada una de las ciudades que más te gusta, vivir solo, tener tu propio cuarto de baño si compartes piso, tener un vehículo para cada miembro de la familia, tener una segunda vivienda para las vacaciones, poder viajar a cualquier parte del mundo cuando más te apetezca...
LUJOS EN PÁISES MENOS PRIVILEGIADOS: tener agua, tener algo más que un chorrito de agua para ducharte, tener agua caliente para ducharte, tener suficiente agua como para lavarte el pelo (habéis comprendido el gran problema de mi viaje...), tener agua potable para beber, tener un colchón sin chinches, ni bichos, y en condiciones, tener lavadora, dormir solo, tener comida saludable y variada todos los días, o aunque sea algún día, tener aunque sea sólo un coche para toda la familia, tener una casa con paredes de ladrillos y un techo que no sea una simple chapa...
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¡¡Agua, agua caliente, un buen chorro de agua caliente!!... Me podía lavar el pelo sin problema. Una cama, una cama de verdad, con sus sabanas oliendo a rosa, con su cojín blandito, su colcha reluciente. Con una alfombra limpia, sin una mota de polvo. ¡Un espejo!, con bombillas relucientes.¡¡ TOALLAS!!!, toallas buenas, de esas gorditas, enormes, que de verdad secan. Dobladitas, limpias y con olor a frutos silvestres del bosque...
No exagero, lo primero que hice fue hacerle fotos a cada uno de los detalles de mi cuarto y jugar al deporte nacional (de España) por excelencia: Generar envidia. Mandé cada una de las fotos a mis compañeras de Livingston, Eva y Eli, a las que había abandonado unas horas antes en Guatemala. Ellas habían vuelto a los chinches y yo estaba en ese momento en el mayor de los lujos.
Mi visita a El Salvador acabó siendo, aunque diferente al resto de mi viaje, muy interesante. Es una de las ciudades más peligrosas de Centroamérica. Un día sentada frente a mi magnífico desayuno leía el periódico local. En primera plana advertían las autoridades de que una de las avenidas más transitadas de la ciudad, se había convertido en una zona habitual de asaltos a coches particulares. Las horas más comunes de atracos eran a plena luz del día cuando más trafico había, en medio del atasco, de esa manera el coche no lo puedes mover, ni para adelante ni para atrás. Los asaltantes solían ser tres. Siempre armados con pistola, lo mejor, abrir la ventanilla y entregar todo lo que llevaras encima porque el gatillo allí lo tienen bastante "ligerito".
A todos lados íbamos en coche, blindado. Así que pude ver la ciudad pero siempre tras un cristal tintado, opaco que separaba mi mundo del otro mundo, el de fuera. Al final del día te queda la sensación de haber visitado un parque temático, algo cercano pero a la vez muy ajeno a ti, como si en realidad no estuvieras allí. Muy, muy extraño.
Pero volviendo a la fundación. Ésta la creó el Padre Arrupe, un misionero español destinado en El Salvador hace muchos años. Una vez llegó, sus padres fallecieron, pero lo que nadie se imaginaba era que este hombre, el Padre Arrupe, acabó siendo heredero de una millonaria fortuna. El Padre, que según me cuentan, no tenía ningunas ganas de quedarse con el dinero pues iba en contra de sus principios, decide comprar unos terrenos, enormes he de decir, para levantar una escuela. La escuela Padre Arrupe. La fatalidad le persigue ya que él solo pudo ver levantado el primer edificio del colegio (primero de muchos) y disfrutar solo de la primera promoción de estudiantes ya que murió poco después de iniciar su gran proyecto. Heredó su puesto, como Presidente de la fundación, José Panadés, el que ahora me hospeda tan amablemente en su casa con sábanas de olor a frutas silvestres del bosque...
Visito el gran colegio. Lo primero, el deporte nacional como comentaba antes, me corroe por dentro una envidia malsana al ver a todos esos niños en ese magnifico colegio. Una escuela que nada tiene que envidiar a cualquier colegio privado europeo, y me refiero a sus instalaciones, su capacidad, la estricta educación (en el buen sentido) que se le dan a esos chicos, todos silenciosos, concentrados en sus estudios, educadísimos. Sus pabellones de deportes, parques, todas sus instalaciones en general.
He de explicar el origen de estos niños. A este colegio solo pueden ir niños de la zona de Soyapango, una de las zonas más pobres y de más conflicto de El Salvador. Por no decir que otra de las noticias que leí en mis desayunos fue que en Soyapango ha descendido el numero de asesinatos, ahora solo son 2 cada tres días. Hace dos años eran 2 asesinatos cada dos días. Al parecer la noticia pretendía ser esperanzadora...
Cuando un niño de Soyapango quiere entrar en esa escuela, por cierto, una de las más prestigiosas de toda la república, le hacen un estudio socioeconómico y en base a su situación le dan mayor o menor beca, lo cual acaban siendo el 90% de estudiantes los que no tienen que pagar nada. Gracias a eso, es algo más fácil que estos niños, que provienen la mayor parte de familias desestructuradas y que en un principio no tendrían prácticamente ninguna oportunidad de tener otra opción mas que la de quedarse en su barrio, sin ninguna posibilidad de crecimiento personal, puedan ahora tener a una educación de las más elevadas y acceder a la universidad. La fundación también tiene ayudas para los chavales que consiguen acceder a estas universidades.
Asistí a varias clases y de varios cursos ya que acogen niños desde preescolar hasta finalizar bachiller. Impresionante, como decía, el ambiente que se respiraba, el ambiente de estudio y de respeto. Pregunté si sería por mi presencia, ya se sabe que las cámaras intimidan, y lo más probable es que los niños quisieran quedar bien ante ellas comportándose. Me contestaron que no, que eran siempre así. Hablando con José Panadés, me comenta que lo que ocurre es que ninguno de estos niños tiene la posibilidad de heredar una fantástica fortuna y labrarse así un futuro como puedan ser otros, sino que el único futuro que tienen es agarrarse como a un clavo ardiendo a la única oportunidad que se les brinda, estudiar en uno de los mejores colegios de la república, ir a la Universidad y quizás así salir de la miseria. Hay que tener en cuenta que en estos países la diferencia de clases sociales es abismal. No existe la clase media.
No pude evitar comparar. Comparar el horrible colegio al que fui yo de pequeña, la pobre educación que me dieron en él, todo eso sumado a lo vaga que fui con mis estudios... Me hubiera dado allí mismo dos bofetones bien dados delante del director académico que trabaja en el Colegio Arrupe, Santiago, otro español, si no fuera porque me paró los pies diciéndome que sí, que yo tenía toda la razón, que él había sido también un holgazán con muchos pájaros en la cabeza y que ver a estos niños, los de Soyapango, poner el 100% de su energía en sacar adelante sus estudios, eso, le recompensaba.
¡Ay que vergüenza Violeta!, qué fácil es todo cuando sabes que aunque pierdas alguna oportunidad, te quedan algunas otras por coger, cada vez menos, es verdad, pero he tenido tantas y tantas oportunidades, tanto donde elegir, he podido parar y comenzar de nuevo, he podido equivocarme, echar marcha atrás y tirar por otro camino y todo eso casi sin esfuerzo.
En mi defensa quiero aclarar que creo nunca fui una malcriada, mis padres me enseñaron desde pequeña que las cosas no se regalan, que hay que ganárselas y creo me enseñaron bien, pero es que aún así, hay algo impreso en el inconsciente. Algo que sin tu saberlo hace que estés relajado porque sabes, inconscientemente, que habrá otra oportunidad por muy pequeña que sea. Y eso nos ocurre a todos, creo, a los que hemos vivido en un mundo de país privilegiado. Todos hemos podido, unos más y otros menos, tener la oportunidad de hacer algo más, de salir de una situación si no es conveniente, unos con más esfuerzo y otros con menos, pero independientemente de la clase social, nada es comparable a la situación de estos niños, los de Soyapango. Pero gracias a la fundación pueden estudiar en un buen colegio y tener las mismas, o casi las mismas oportunidades que el resto.
Cuando visité las aulas de los de 8 a 10 años, aquello fue un torbellino de niños otra vez revoloteando, alrededor mío. Todos queriéndose hacer fotos. Para calmarles un poco les dije que tenían que hacer ver que eran buenos estudiantes para salir bien en las fotografías. Muertos de risa se sentaron en sus pupitres. Posaban desternillados fingiendo que trabajaban en algo. Ya podéis verlo en las fotos...
Me encantan los niños de entre 5 y 10 años (antes de que la tontería les posea), porque les tomo el pelo y me siguen el juego.
Ya de primeras, a los que me decían que eran del Real Madrid, les negaba la foto, o se hacían del Barça o se quedaban sin retrato. Alguno se iba desilusionado, cabizbajo, hay que ver la fuerza que tiene el fútbol, y otros muchos surgían de entre las piedras gritando y alzando el brazo: - ¡¡Yo, yo, yo soy del Barça!!
No creáis que soy una desalmada, evidentemente les hice fotos a todos, pero les hice sufrir un poquitín.
Un mocoso de 8 años se me acerca: - ¿La puedo abrazar?. Evidentemente no me da tiempo si quiera a contestar, el renacuajo ya me está estrujando con todas sus fuerzas. - Es que nunca abracé antes a una española.... Y el niño que no se soltaba... Tuve que arrastrar con él toda la sesión de fotos...
Me dicen los niños que si nací en Barcelona debo conocer a Messi. ¡¡Por supuesto!! -- les contesto -- ¡¡Es un gran amigo mío!!. Menudo revuelo se formó en la clase, yo avergonzada mirando de reojo a los profesores por si me tocaba "regañina" por haber excitado de tal manera a los niños. Miles de recados para Messi que tuve que apuntarme: - Dígale a Messi que Juan José Antonio Armando de los Rios y de todos los Santos, que soy yo (aclara el niño), le ve en todos los partidos y le admira mucho.... - Dígale que María Dolores de Rosales García de los Altos Pinos, piensa que él es muy guapo.... - Dígale que...
¡¡La qué he armado!!
Con gran riesgo dejé que los niños manosearan todo mi material, lentes, cuerpo de cámara, trípode. Les fui mostrando como se montaba la cámara y hasta dejé que tiraran algunas fotos. Riesgo entre comillas, me impresionó la delicadeza con la que cogían el material, mi equipo es caro, sí, pero sólo para mi bolsillo. No tengo ni muchísimo menos un material "Pro", simplemente lo suficiente como para poder hacer trabajos de calidad. ¡Cómo no iba yo a dejarles investigar un poco!, probablemente nunca habían tenido en sus manos una cámara igual.
Me encantó el Colegio Padre Arrupe, y ya sabéis la tirria que le tengo, en general, a los proyectos que tengan que ver con la Iglesia Católica... No os asaltaré con mis traumas infantiles que muchos ya conocéis. Pero he de reconocer que la obra del Padre Arrupe y la que ahora lleva acabo José Panadés es increíble. Sin duda, un gran Oasis en medio del desierto.
Mi estancia en El Salvador finaliza con un día estupendo en la playa, comilona al sol y siesta en una hamaca... Un lujo que seguro, luego pagaré caro al regresar a la vida real y es que ahora, por lo menos hasta que finalice mi viaje, la vida real, para mi, es vivir como viven los voluntarios de estas ONG´s que estoy visitando, donde los lujos para ellos son otros...
No exagero, lo primero que hice fue hacerle fotos a cada uno de los detalles de mi cuarto y jugar al deporte nacional (de España) por excelencia: Generar envidia. Mandé cada una de las fotos a mis compañeras de Livingston, Eva y Eli, a las que había abandonado unas horas antes en Guatemala. Ellas habían vuelto a los chinches y yo estaba en ese momento en el mayor de los lujos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkpRtZ2fsQgflInWky8USEgktEj9Cifnsd6hnM66x2d-6jn6uyy7PIP8dD8PIQFqEslCwtIuHi-X_aWxO7QXRSKaOVhNLbrh1lI5Q9-cnWbsm487atCjtX8fnBDE-St_jTMIBAcbTxRbk/s1600/2014-02-15+15.09.25.jpg)
A todos lados íbamos en coche, blindado. Así que pude ver la ciudad pero siempre tras un cristal tintado, opaco que separaba mi mundo del otro mundo, el de fuera. Al final del día te queda la sensación de haber visitado un parque temático, algo cercano pero a la vez muy ajeno a ti, como si en realidad no estuvieras allí. Muy, muy extraño.
Pero volviendo a la fundación. Ésta la creó el Padre Arrupe, un misionero español destinado en El Salvador hace muchos años. Una vez llegó, sus padres fallecieron, pero lo que nadie se imaginaba era que este hombre, el Padre Arrupe, acabó siendo heredero de una millonaria fortuna. El Padre, que según me cuentan, no tenía ningunas ganas de quedarse con el dinero pues iba en contra de sus principios, decide comprar unos terrenos, enormes he de decir, para levantar una escuela. La escuela Padre Arrupe. La fatalidad le persigue ya que él solo pudo ver levantado el primer edificio del colegio (primero de muchos) y disfrutar solo de la primera promoción de estudiantes ya que murió poco después de iniciar su gran proyecto. Heredó su puesto, como Presidente de la fundación, José Panadés, el que ahora me hospeda tan amablemente en su casa con sábanas de olor a frutas silvestres del bosque...
José Panadés con una de las clases.
Visito el gran colegio. Lo primero, el deporte nacional como comentaba antes, me corroe por dentro una envidia malsana al ver a todos esos niños en ese magnifico colegio. Una escuela que nada tiene que envidiar a cualquier colegio privado europeo, y me refiero a sus instalaciones, su capacidad, la estricta educación (en el buen sentido) que se le dan a esos chicos, todos silenciosos, concentrados en sus estudios, educadísimos. Sus pabellones de deportes, parques, todas sus instalaciones en general.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnKnXf-7x-iwfirP82XxN9eDSLl-ZCUYXUuJtPDkQohZ_zh7SwCHzdkzxXAN_jtpcziO4spEPo_lI_iOoxdGRM_N9S-rPgbnSDQ4_JD1BR8KVuA9TFzOC1_DH1Dvrk-fMbENuqxxuUCHY/s1600/IMG_1805_S.jpg)
Cuando un niño de Soyapango quiere entrar en esa escuela, por cierto, una de las más prestigiosas de toda la república, le hacen un estudio socioeconómico y en base a su situación le dan mayor o menor beca, lo cual acaban siendo el 90% de estudiantes los que no tienen que pagar nada. Gracias a eso, es algo más fácil que estos niños, que provienen la mayor parte de familias desestructuradas y que en un principio no tendrían prácticamente ninguna oportunidad de tener otra opción mas que la de quedarse en su barrio, sin ninguna posibilidad de crecimiento personal, puedan ahora tener a una educación de las más elevadas y acceder a la universidad. La fundación también tiene ayudas para los chavales que consiguen acceder a estas universidades.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFgYukgUX6EseEGk7skld-6kk0gtRorkfArEOYWYALV-Ve7QP1JzyGBdrprh0D4KJPESt8mopggrfxOrxDoVgfgUmMsHVrWGxraYEduQaqJq5PjbqjUtQ1Kk3qXHDV-oxCXJK0x3mf8Dw/s1600/IMG_1785_S.jpg)
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¡Ay que vergüenza Violeta!, qué fácil es todo cuando sabes que aunque pierdas alguna oportunidad, te quedan algunas otras por coger, cada vez menos, es verdad, pero he tenido tantas y tantas oportunidades, tanto donde elegir, he podido parar y comenzar de nuevo, he podido equivocarme, echar marcha atrás y tirar por otro camino y todo eso casi sin esfuerzo.
En mi defensa quiero aclarar que creo nunca fui una malcriada, mis padres me enseñaron desde pequeña que las cosas no se regalan, que hay que ganárselas y creo me enseñaron bien, pero es que aún así, hay algo impreso en el inconsciente. Algo que sin tu saberlo hace que estés relajado porque sabes, inconscientemente, que habrá otra oportunidad por muy pequeña que sea. Y eso nos ocurre a todos, creo, a los que hemos vivido en un mundo de país privilegiado. Todos hemos podido, unos más y otros menos, tener la oportunidad de hacer algo más, de salir de una situación si no es conveniente, unos con más esfuerzo y otros con menos, pero independientemente de la clase social, nada es comparable a la situación de estos niños, los de Soyapango. Pero gracias a la fundación pueden estudiar en un buen colegio y tener las mismas, o casi las mismas oportunidades que el resto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw2L6gK6Z8Vz3xAio-l5YR1klKI2h0J5kM3J_8eMKmRW_L760FUwqidQfQuCDXlMGtjIoRk3VBb7rzZONLRl5xgrtJ4Kr3DYpZJQZft-YNR7kYYyK0_2zLr2m31iKvSpbW7jQ0e1cK4tw/s1600/IMG_1781_S.jpg)
Me encantan los niños de entre 5 y 10 años (antes de que la tontería les posea), porque les tomo el pelo y me siguen el juego.
Ya de primeras, a los que me decían que eran del Real Madrid, les negaba la foto, o se hacían del Barça o se quedaban sin retrato. Alguno se iba desilusionado, cabizbajo, hay que ver la fuerza que tiene el fútbol, y otros muchos surgían de entre las piedras gritando y alzando el brazo: - ¡¡Yo, yo, yo soy del Barça!!
No creáis que soy una desalmada, evidentemente les hice fotos a todos, pero les hice sufrir un poquitín.
Una niña me pregunta: - ¿Es usted española, verdad?. - Si -- le contesto. - Lo sabía. - ¿Por qué lo sabías?, -- a lo que todos los niños se apuntan a la conversación participando: - Pues por los pantalones. - Por los zapatos. - Por la camiseta. - Por la mochila tan cachimbona...
Un mocoso de 8 años se me acerca: - ¿La puedo abrazar?. Evidentemente no me da tiempo si quiera a contestar, el renacuajo ya me está estrujando con todas sus fuerzas. - Es que nunca abracé antes a una española.... Y el niño que no se soltaba... Tuve que arrastrar con él toda la sesión de fotos...
Me dicen los niños que si nací en Barcelona debo conocer a Messi. ¡¡Por supuesto!! -- les contesto -- ¡¡Es un gran amigo mío!!. Menudo revuelo se formó en la clase, yo avergonzada mirando de reojo a los profesores por si me tocaba "regañina" por haber excitado de tal manera a los niños. Miles de recados para Messi que tuve que apuntarme: - Dígale a Messi que Juan José Antonio Armando de los Rios y de todos los Santos, que soy yo (aclara el niño), le ve en todos los partidos y le admira mucho.... - Dígale que María Dolores de Rosales García de los Altos Pinos, piensa que él es muy guapo.... - Dígale que...
¡¡La qué he armado!!
Con gran riesgo dejé que los niños manosearan todo mi material, lentes, cuerpo de cámara, trípode. Les fui mostrando como se montaba la cámara y hasta dejé que tiraran algunas fotos. Riesgo entre comillas, me impresionó la delicadeza con la que cogían el material, mi equipo es caro, sí, pero sólo para mi bolsillo. No tengo ni muchísimo menos un material "Pro", simplemente lo suficiente como para poder hacer trabajos de calidad. ¡Cómo no iba yo a dejarles investigar un poco!, probablemente nunca habían tenido en sus manos una cámara igual.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2VuIM0PfKB1StuhpiuULqnWNz7Dvjvo64HKL1JBv4VXjwwLM7-8_VbA3CAKLlefYozlUj_52MlApsMpTJXPY4gUUuoPXTc-bpDMFv5UaRPYD_DMbZwmzX-SXL4YfAjc2tR2lprSv6_aM/s1600/IMG_1817_S.jpg)
Mi estancia en El Salvador finaliza con un día estupendo en la playa, comilona al sol y siesta en una hamaca... Un lujo que seguro, luego pagaré caro al regresar a la vida real y es que ahora, por lo menos hasta que finalice mi viaje, la vida real, para mi, es vivir como viven los voluntarios de estas ONG´s que estoy visitando, donde los lujos para ellos son otros...
He leído el post y es excelente, solamente me gustaría aclarar que el Fundador se llama Juan Ricardo Salazar Simpson.
ResponderEliminarPues me regocijo de ser un sobreviviente en este "desierto". En realidad me gustó mucho la calidad narrativa con la que describe el panorama... Pareciera estar aderezado de ficción pero en realidad es pura objetividad. Vale que soy alumno de el "Colegio" y me he topado con este artículo, y pues quisiera saber si la escritora del blog me pudiera dar una reseña de un escrito mío...
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