martes, febrero 04, 2014

TULA SALUD

Tula Salud es una ONG ubicada en la provincia de Alta Verapaz, dedicada a la ayuda a la educación y sanidad. 

Mi primera misión nada más salir del avión fue, después de una forzosa comida en el Mac Donald´s, visitar un centro de salud donde se imparten unas clases por videoconferencia. Centro de salud en activo que parecía más bien un hospital bombardeado por la guerra. ¡Magnifica localización para una peli!, pensé.

Nada más llegar me presentaron a toda la clase como "Lisensida Violeta" ¡y Viene de España!. Ese título me ha perseguido para el resto de visitas que he hecho en Alta Verapaz, evidentemente como signo de respeto. Como imaginaréis los que me conocéis bien, cada vez que escuchaba mi nombre "Lisensida Violeta" no podía disimular mi media sonrisa imaginándome por ejemplo a mi amiga de la infancia Loli, amiga y compañera infalible de clases de repaso riéndose a carcajadas a mis espaldas. O a mi antigua profesora del colegio, Sor Josefína santiguándose al escuchar tal sacrilegio. Evidentemente, soy niña bien educada y mantuve la compostura saludando con la misma reverencia con la que era presentada.

Grabé la clase y pensé que todo había acabado. NO. Me invitan a saludar a cámara, es decir a los 10 centros que simultáneamente estaban conectados escuchando la clase. Por supuesto no pude negarme. Todos ellos me miraban con ojos de plato esperando que por mi boca surgieran las más divinas palabras de aliento ¡o yo que se!. ¡Estamos hablando de 160 alumnos pegados a la pantalla para escucharme!. Crucé la sala con esa sola idea, la de que tenía que hablar en público y la de que mi nuevo y falso título no podía decepcionar... Sólo diré que cuando acabé mi breve intervención una de las alumnas dijo, después de un largo y ruidoso silencio en la sala: 

- Se nota que no le gusta hablar delante de las cámaras lisensiada Violeta.... 

El techo se derrumbó en ese mismo instante aplastando mis intestinos que todavía no habían digerido mi Big Mac con patatas medianas y coca-cola light.

Tras mi duro comienzo, un paseo por medio país porque tuvimos que dejar a cada uno de los alumnos, como unos 10, en sus distintas poblaciones, lejos, lejos, lejos de ahí. 

En el viaje en coche y viendo Guatemala tornarse de multicolor a gris, de alegre a sombría, me imaginé yendo yo misma cada fin de semana al centro de salud para recibir esa clase entrecortada por la mala conexión por webcam, viajar 3 horas de ida y 3 de vuelta para recibir un título que me capacita para poder atender sólo a mi poblado indígena, porque esa es mi única opción, y es la mejor opción que tengo...

Alta Verapaz es una provincia muy montañosa con un 90% de población indígena que vive en aldeas aisladas entre montañas. Eso, evidentemente, dificulta su apoyo a la educación y a la sanidad. Tula Salud ha conseguido que estas poblaciones empiecen a estar algo más comunicadas por medio de teléfono móvil. Algo tan sencillo para nosotros pero que en realidad resulta algo más complejo. Me explico.

Estos pueblos indígenas son bastante reacios a recibir apoyo fuera de su pequeña comunidad. Tula Salud supo muy bien como saltar esa barrera cultural para que éstos pueblos pudieran también beneficiarse de una atención médica. Básicamente se elige a un miembro del poblado que tenga cierta autoridad o que sea conocido y sobre todo poder de liderazgo, a quien se le entrega un teléfono móvil. A la vez se le da, a esta persona, que en el mejor de los casos solo sabe leer y escribir, conocimientos básicos de primeros auxilios y se le entrega un botiquín también básico. La gente del poblado acude a él para cualquier cuestión médica y éste cuando no sabe qué demonios hacer llama por teléfono para ponerse en contacto con un médico. Dependiendo del caso, el médico mandará llamar a un coche o ambulancia que le lleve a un centro médico o a un hospital. Hasta ahí bien, pero es que la mayoría de estos pueblos puede estar a 3 horas caminando por montes (muchos no tienen ni senderos) hasta poder llegar a una carreterucha donde les puedan recoger.


Yo estuve visitando uno de esos poblados llamado Tierra Blanca, otra vez ojos de plato curiosos al ver a esa mujer rubia, blanquita y de tirantes cargada con una mochila llena de aparatos. Estela, una de las coordinadoras les explicó en lengua Maya que era la "lisensiada Violeta" y que venía de España para conocer ese pueblo. Todos se tornaron hacia mi al unísono, con cara de circunstancia. Todo el pueblo. ¿Si me sentí cómoda?.... ¡Por supuesto, ya lo sabéis todos!. De nuevo, micrófono en mano.

- Diles, diles unas palabras...
- Eeehh.... ummmm.... aaahhhh.... Hola, muchas gracias por recibirme, me encantaría.... ehhhh.... ummmm... No, no os preocupéis por mi, yo quiero que sigáis con vuestras actividades.... ummmm como si no estuviera.... yo detrás... detrás de la cámara....

¡¡¡¡Por quéeeeeeee!!!!

Después del apuro, un paseo por los vertiginosos montes y senderos del poblado, para ver el huerto que habían plantado dos niñas de la comunidad. 


Vertigo es una de mis mayores lacras, subida a una silla padezco de vértigo... Para el que no tenga ese problema ha de saber que cuando a uno le da un ataque de vértigo lo que ocurre es que su cuerpo primero se paraliza, luego se petrifica pasando por sudores fríos y temblores para luego, paradójicamente, querer tirarse al vacío. Es decir, alguien que de verdad padece de vértigo se agarra porque si no, se tira.

Durante todo el camino tratando de agarrarme a cualquier planta que hubiera para no caer al abismo, porque aquello era montañismo libre, os lo digo, estuve pensando en lo que ocurriría si me daba un ataque de vértigo. Bien, pues eso me salvó. La sola idea de que me ocurriera eso, petrificarme en esa montaña, delante de media docena de indígenas más los valientes de Tula Salud, el hecho de que sé que hubiera sido casi imposible que me sacaran de allí agarrotada, es decir que la única manera de salir era tirándome al vacío y la idea de dar dicho espectáculo a toda esa gente, hizo que milagrosamente subiera y bajara aquella pendiente casi como si hubiera crecido allí. El sudor helado vino al regresar de nuevo al "mundo horizontal", pero pude disimularlo con un:

- Esto es mejor que ir al gym, ¿eh?

Pareció que les hizo mucha gracia... 

Pero vuelta a la realidad. Tula Salud se ha especializado sobretodo en las embarazadas de estos poblados ya que lo normal ahí, es que el padre ceda a su hija a partir de los 12 años y la case. Por lo que muchas de ellas tienen hijos a los 12 y 13 años. Muchas de ellas por violación. La mayoría muere por no recibir asistencia medica adecuada. Tula Salud ha conseguido concienciar a alguna de estas poblaciones y les han dejado impartir una serie de clases para concienciar a las familias. Para ello eligen a dos niñas de 18 años (por ley no pueden ser menores) y las entrenan para que transmitan a otras niñas de su propio poblado la idea de que hay más vida que dejarte casar y embarazar, que pueden estudiar, trabajar, valerse por sí mismas. Ellas, muchas, no saben que tienen otras alternativas. Bueno, y de hecho, ¿la tienen?. Hablando con el Dr. Diaz, que trabaja en Tula Salud y se encarga del diagnóstico a distancia de estos poblados me comenta que al acabar los estudios básicos, las niñas vuelven a su realidad y no salen de su comunidad, y las que sí lo hacen acaban prostituyéndose porque aún así deben seguir contribuyendo con dinero a su comunidad.

Cuando estuve en Tierra Blanca se me partió el alma al ver a una niña que no debía tener más de 13 o 14 años con su bebé dándole de mamar. le hice una foto que pensé le molestaría. Todo lo contrario, me sonrió mostrándome orgullosísima a su niño.

Asistí a una de esas clases de sensibilización, en las que los niños varones no son invitados porque los padres de las niñas no ven con buenos ojos actividades entre hombres y mujeres... pero me pregunto... ¿si sólo se sensibiliza a las mujeres, habrá cambio posible hasta que los hombres no se sensibilicen también?, quizás sí, pero mucho más lentamente. Tula Salud está de acuerdo y lucha por impartir estas charlas tanto a niños como a niñas.

Otro de los problemas y de las numerosas muertes por parto es que las mujeres se niegan a ir a un hospital. Tienen miedo. No hablan el mismo idioma. Y en el hospital no les dejan parir en vertical. Tula Salud ha cambiado eso. Ha conseguido que el hospital de Cobán, capital de la provincia de Alta Verapaz tenga a comadronas indígenas que hablan la lengua Maya, que visten como el resto de comunitarios (como les llaman en Guatemala), y que conocen sus costumbres, asistan a los médicos en los partos. De esa manera se ha conseguido que muchas de estas mujeres vayan al hospital. Estuve en la sala de partos en vertical, y es desoladora, todo el hospital lo es. Unas cuerdas deshilachadas donde la parturienta debe agarrarse mientras pare.

Al ver ese hospital, te das cuenta de la suerte que tenemos algunos pocos y otros muchos se mueren en la podredumbre. Los médicos por el contrario seres encantadores, siempre con una sonrisa en la cara, encantados y orgullosos de sus proyectos y de que alguien se interese por ellos. 

Pero volviendo a mi día en Tierra Blanca. Tras la maratón de alpinismo, una saludable comida con la comunidad indígena que habían preparado en mi honor. Un suculento caldo de gallina clueca con trozos de la misma flotando. Ummm, yo solo pensando en ese agua, ¿de donde vendría?, pensé en mi futura diarrea, convendréis conmigo que en estos viajes una buena diarrea es de lo peorcito que te puede pasar... aún así hice de tripas corazón y me lo comí.

- Lisensiada Violeta, le gusta.
- Ummmm Buenísimo...

Y la verdad es que malo no estaba... los trozos de gallina flotantes con piel daban un poco de asquito, pero no estaba malo....  ¡¡¡Ay mi diarrea!!! ¡¡¡que voy a hacer!!!!

No se si me ha quedado algo seria esta primera entrada de anécdotas de mi viaje, pero es que en los 3 días en los que he convivido con Tula Salud no he dejado de sentir un cierto remordimiento, una vergüenza interna que me cuesta confesar por el claro contraste que existe, el contraste entre su mundo y el mío,  mis tormentos, angustias, inseguridades, llena de preocupaciones por si llego a final de mes, por si debo vivir aquí o allá, por si el cine es el camino correcto o ha sido el mayor error de mi vida, por si, por si, por si.... 

No es la primera vez que me pasa, y seguro que todos vosotros habéis pasado por similar vergüenza si es que habéis viajado por países menos privilegiados. Pero es que la vergüenza no es haber tenido más suerte, no. La vergüenza es saber, y ya por experiencia, que al volver de uno de estos viajes, con las pilas cargadas de buena energía, con ganas de ayudar y múltiples promesas de que retornarás, de que ahora tu vida dará un giro, porque esto no puede seguir así. La vergüenza es saber que al volver sólo harán falta unas pocas semanas, quizás un mes para que la energía demoledora del primer mundo te arrastre y contigo arrastre todas esas buenas intenciones. Porque lo que sí tiene el primer mundo son distracciones, buenas y malas, y al final si sigues viviendo en él y de él, esas distracciones borrarán y desinflarán ese corazoncito que se te había hinchado al ver la miseria ajena. 

Lamentablemente no tengo la solución y no voy a ser tan ingénua, otra vez, de creer que ésta será diferente, lo que sí espero es poder sacar el máximo provecho del vídeo que he grabado y que Tula Salud pueda utilizarlo en su beneficio. Si consigo eso, por lo menos, y eso espero, la próxima vez que viaje no me sentiré tan avergonzada.


4 comentarios:

  1. hola, siguiendote los pasos! a ver si por fin me entra el comentario, porque a este paso mi nivel es peor que guatemalteco! Seguro que poco a poco descubres que ellos tienen cosas que nosotros no tenemos? las tuvimos alguna vez? Recuerdo en Chichicastenango una mujer me preguntó: Cúantos hijos tienes? dije tres, y con una triste sonrisa me dijo:¿ tiene Ud. alguna enfermedad? Me dejó KO pensando, hasta hoy...yo le daba mucha pena!

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  2. Yo me meo con lo d lisensda, pero, si lo oyese Marisa mesa o Mandi Vidal....se pagan un billete para contarles. Un bso Viole, m encanta el bloc.

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    1. Tienes toda la razón!!! Verlo para creerlo!! :-) por cierto, firma, que aquí sale como anónimo... me imagino que eres Lola, no? :-)

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